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Si estás pensando en adoptar un gato, seguro que una de las principales preguntas que te planteas es la de cuánto puede crecer, sobre todo si vives en piso pequeño. Su peso y tamaño pueden ser aspectos que condicionen la convivencia con el animal, así como su traslado cuando debas llevarlo al veterinario o quieras irte con él de viaje.
En líneas generales, la mayor parte de las aerolíneas permiten viajar con un gato siempre y cuando no supere los 5 kilos de peso y los 60 centímetros de largo. Por lo tanto, es muy importante saber cuánto puede crecer un gato en lo que respecta al peso y el tamaño.
Fases de crecimiento
Cuando nacen, los gatos son extremadamente pequeños, con apenas 100 gramos de peso. Durante las primeras semanas de vida son muy vulnerables ya que nacen débiles y ciegos. Al igual que el resto de mamíferos, necesitan alimentarse de leche materna para crecer y fortalecer su organismo ya que el calostro contiene anticuerpos naturales.
Transcurridos siete días, los gatos abren los ojos. Cuando son cachorros pasan buena parte del tiempo durmiendo, y pueden pasarse hasta 16 e incluso 18 horas al día durmiendo. Dedican toda su energía a su desarrollo, y la dentadura de leche termina de formarse a la octava semana.
A partir de la cuarta semana desde el nacimiento, los gatos ya empiezan a jugar y a correr, y también comienzan a ingerir alimentos sólidos. A los dos meses ya no dependen de la leche materna, es lo que se conoce como fase de destete. Las hembras tienen el celo y adquieren la madurez sexual a los siete meses de edad.
¿Cuándo empiezan los gatos a hacerse mayores y entrar en la fase de la vejez? A partir de los ocho años de edad. Los signos de envejecimiento más comunes son: pelo áspero y menos uniforme, cansancio sin razón aparente, cambios en los hábitos de acicalamiento…
Existen un gran número de variables que pueden influir en el crecimiento de un gato, como el nivel de actividad física o el tiempo de alimentación. En líneas generales, en la edad adulta los gatos miden entre 80 y 90 centímetros.
Sin embargo, algunas razas, como la Maine Coon, pueden alcanzar los 120 centímetros. Los machos suelen ser más grandes que las hembras. En cuanto al peso, los gatos más pequeños pueden pesar entre uno y tres kilos. Las razas más grandes, como el Persa o el Ragdoll, pueden llegar a los 13 kilos de peso.